Y
volvemos a la misma historia de siempre, a las mismas coordinadas
sensoriales.
Si mis latidos hablasen...Si pudieses descifrar mis suspiros, te darías cuenta de que no me conoces como crees hacerlo. Que no puedes decirme que soy diferente a las demás personas, que carezco de descripción, porque aún no me conoces -no por eso te exijo que lo hagas algún día-.
Un no saber qué decir. Simples palabras malinterpretadas que pueden cambiar todo tal y cómo lo conocías, o creías conocer.
Intentas escapar, porque sabes cuánta importancia acabará dándose a la absurdez de este asunto. Porque lo sientes. Te arde.
Una hoguera. Alcohol llameante en el pecho. Ganas de despertar y no recordar, o bien, dormir y no necesitar olvidar.
No ser parte de alguien es no ser nada, dijeron.
Quizá por eso no me ves.
Si mis latidos hablasen...Si pudieses descifrar mis suspiros, te darías cuenta de que no me conoces como crees hacerlo. Que no puedes decirme que soy diferente a las demás personas, que carezco de descripción, porque aún no me conoces -no por eso te exijo que lo hagas algún día-.
Un no saber qué decir. Simples palabras malinterpretadas que pueden cambiar todo tal y cómo lo conocías, o creías conocer.
Intentas escapar, porque sabes cuánta importancia acabará dándose a la absurdez de este asunto. Porque lo sientes. Te arde.
Una hoguera. Alcohol llameante en el pecho. Ganas de despertar y no recordar, o bien, dormir y no necesitar olvidar.
No ser parte de alguien es no ser nada, dijeron.
Quizá por eso no me ves.
No hay comentarios:
Publicar un comentario