Follow me

jueves, 3 de enero de 2013

No lo pienses, tu solo contesta.

Entonces, de repente, una charla un sábado a la una y pico de la madrugada con un tío medio borracho, te hace darte cuenta de que los enfados sirven más bien para poco, que no merecen la pena, que debemos disfrutar de lo que tenemos y dejar a un lado lo malo, que ya bastante malo es, como para encima tenerlo en cuenta. Es entonces cuando los días dejan de ser todos lunes.

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario